La posición de la mano en el piano

Cuando asistimos a un recital ofrecido por un pianista de renombre, pensamos (si somos músicos) principalmente en la interpretación de las obras en cuestión. No hace falta decir que el pianista tiene una técnica perfecta. Debe tener ese tipo de técnica para que sea considerado un artista, ya que no podría serlo sin un gran dominio técnico y un absoluto control sobre los recursos del instrumento y sobre sí mismo. 

Permítanme utilizar la palabra “técnica” en su sentido más amplio, ese que incluye todo lo concerniente a la práctica en la interpretación pianística. Con este mismo significado, Harold Bauer se refiere a la técnica como “un arte en sí misma”. La señora Bloomfield Zeisler dice: “¡La técnica pianística incluye muchas cosas! En ella cabe de todo: aritmética, gramática, dicción, estudio del lenguaje, poesía, historia y pintura. En los niveles iniciales hay unas reglas que se deben seguir, como en cualquier otro tipo de estudios. Debo conocer las leyes del ritmo y la métrica  para ser capaz de distinguir las frases y los periodos musicales. Los estudiantes que hace tiempo que pasaron la etapa de la división y de las fracciones parece que no son capaces de determinar los valores de tiempo de diversas notas y grupos de notas utilizadas en música. No saben qué deben hacer con los tresillos, figuras con puntillo, etc… Como puede ver, la técnica incluye una gran multitud de factores. Es un tema muy amplio.  


Mano de niño sobre un piano
Dominio público


El primer principio que enseña un profesor a su alumno es cómo colocar la mano en el teclado. Me he esforzado en aportar una idea clara según el punto de vista de varios artistas. La mayoría coinciden en la idea de que lo correcto es adoptar una posición arqueada, con los nudillos redondeados. Paderewski decía: “Muéstreme cómo coloca las manos el pianista sobre el teclado y le diré qué tipo de intérprete es”, frase que nos enseña el grado de importancia que daba el músico polaco a la posición de la mano. 

“Coloco la mano arqueada y muy firme.” – Ernest Schelling.

“La mano adopta una posición arqueada. La punta de los dedos está en curva sobre el teclado, los dedos intermedios se internan más en las teclas que el primero y el quinto, siguiendo su estructura natural.” – Katharine Goodson.

“La mano se coloca sobre el teclado en posición fija con los nudillos arqueados.” – Ethel Leginska.

“La mano se pone en posición arqueada con los dedos curvados y estables.” – Carl Roeder.

“La mano, en la posición normal para tocar, debe adquirir una forma de arco con los dedos bien redondeados.” – Thuel Burnham.

“En primer lugar adopto una posición arqueada de la mano con los dedos firmes.” – Edwin Hughes.

“Enseño la posición de la mano en arco.” – Alexander Lambert.

“En primer lugar debemos asegurarnos de que tenemos la mano arqueada y los primeros nudillos de los dedos están firmes y estables.” – Eleanor Spencer.

“Lo primero que debemos hacer con un alumno es comprobar que la mano se coloca en la posición correcta. Los nudillos estarán de alguna forma elevados y los dedos adecuadamente redondeados.” – Bloomfield Zeisler.

“Un alumno debe, en primer lugar, formar un arco con su mano y asegurarse de que las articulaciones de los dedos están firmes. Suelo trabajar este aspecto no en el piano, sino sobre una mesa.” – Agnes Morgan.

Leschetizky enseña la posición de la mano en arco con los dedos redondeados, y todos los estudiantes que se han formado con él defienden esta idea. Es la posición que se acepta a la hora de tocar. Unos pocos pianistas, como es el caso de Alfred Cortôt y Tina Lerner, estudian con los dedos planos, pero esta circunstancia, en el caso de la señora Lerner, se debe principalmente al tamaño pequeño de su mano. 

Por las citas que se reflejan más arriba y por otras opiniones (que hemos visto en entradas anteriores del blog) está claro que la mayoría de los pianistas coinciden en que la mano debe adoptar una posición en arco y la punta del dedo debe estar en contacto directo con la tecla. Además, no debería haber ningún tipo de debilidad en la articulación más cercana a la uña. 


BIBLIOGRAFÍA:

Brower, H. (1915). Piano Mastery. Talks with master pianists and teachers. New York: Frederick A. Stokes Company.

Traducción: Francisco José Balsera Gómez


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