ELEANOR SPENCER: Algunas aclaraciones sobre las ideas de Leschetizky

Dio la casualidad de que Eleanor Spencer, cuya primera gira por Norteamérica acaba de ser anunciada, se encontraba en Berlín durante mi estancia en esa ciudad. Me encontré con ella en su encantador apartamento situado en el barrio de Schöneberg, lejos del ruido y ritmo frenético del tráfico. Las ventanas daban a un amplio patio y jardín interior. Da la impresión de que para ella sea de vital importancia encontrarse en un ambiente tranquilo y lleno de paz para propiciar el desarrollo del artista. En verdad, la señora Spencer ha sabido mantener su casa con todas las comodidades propias de una vivienda americana pero en una gran ciudad de Alemania. 

Eleanor Spencer en una publicación de 1914.
Dominio público

Crecí tan cansada de vivir en hostales que compré este pequeño apartamento hace algo más de dos años y me gusta mucho – dijo. Hace nueve años que no voy a América, por lo que las ciudades extranjeras en las que he vivido se parecen mucho más a mi casa que mi propio país natal, al que solo he visitado brevemente dos veces en estos últimos nueve años. Pero me encanta América y quizás se puede imaginar lo ilusionada que estoy con mi próxima gira de conciertos.

Los primeros ochos años de mi vida los pasé en Chicago y después mi familia se trasladó a Nueva York. Ahí estudié con el Doctor William Mason. Cuando tenía unos quince años viajé a Europa para ampliar mi formación y, aunque al principio tuve a otro maestro, no pasó mucho tiempo hasta que marché a Viena en busca de Leschetizky, pues buscaba la rigurosa preparación pianística que todavía no había tenido. No hay nada como una buena base técnica. Es un apoyo que se debe desarrollar. No se pueden hacer grandes cosas sin ella. Tuve que trabajar muy duramente para llegar al punto en el que me encuentro y no me avergüenza decirlo. Practico durante “todo mi tiempo libre”, tal y como dice uno de mis colegas, aunque, por supuesto, si uno estudia con la concentración necesaria, no se pueden estudiar más de cinco horas que sean productivas

Creo firmemente que es necesario practicar la técnica independientemente del repertorio. Siempre lo he hecho así y continúo con la misma costumbre. Esto hace que la mano se ponga a tono y responda según lo esperado, de manera que las obras difíciles son más asequibles y los requisitos técnicos se atienden con mayor facilidad. Cuando la mano se encuentra en buenas condiciones no es necesario hacer un trabajo técnico exhaustivo en las obras, y también se evita el desgaste que produce el nerviosismo. En esta práctica de la técnica, a la que dedico alrededor de una hora diaria o más, utilizo ejercicios muy sencillos pero cada uno contiene algunos principios sobre el toque, el movimiento o se centra en problemas concretos: paso del pulgar, diferenciación sonora, toque staccato y legato, escalas, arpegios, etc. Parte del tiempo del estudio técnico lo dedico siempre a J.S. Bach. 

Comencé mis estudios en Viena con la profesora Bree para obtener la base inicial, pero combinaba sus clases con las del profesor Leschetizky y poco más tarde empecé a trabajar únicamente con él.

Me gustaría mencionar un aspecto sin importancia pero que parece que todavía no lo comprenden en América aquellos que dicen que son profesores del método de Leschetizky. Estos docentes dicen que Leschetizky quiere que los dedos se sitúen en línea recta en el borde del teclado y que en algunos casos se coloque la punta del pulgar en el centro de la tecla, de manera que se prolongue considerablemente más allá de los otros dedos. ¿Es esa la posición que enseñan los profesores asistentes y seguidores de Leschetizky?

La señora Spencer comenzó a reír a carcajada suelta. 

¡Esta es la primera vez que escucho tal idea! Esa posición tiene pinta de ser forzada y antinatural. Leschetizky, por el contrario, quiere que todo se haga de la forma más fácil y natural posible. Por supuesto, al principio, cuando uno está buscando adquirir fuerza y firmeza en la mano y los dedos, se debe dedicar tiempo y reflexión para obtener una posición arqueada de la mano y para que las falanges de los dedos estén firmes. Después, una vez que se ha conseguido lo anterior, se puede adoptar la posición que sea necesaria. La mano de Leschetizky se encuentra a menudo plana sobre el teclado. Tiene una mano preciosa para el piano. Sus primeras falanges de los dedos, trabajadas durante tantos años, se encuentran tan firmes en posición curva que siempre se mantienen en ese estado, sin importar lo que esté haciendo. Si se le ocurre pasar sus dedos por la cabeza para acariciar su pelo, su mano sigue teniendo la forma adecuada. 

Leschetizky es además un excelente profesor. Sin embargo, el intérprete debe descubrir cómo ser receptivo y cómo puede entrar en la mente de su maestro, o de lo contrario lo pasará mal. Si no comprende o no capta las palabras e ideas del maestro, puede sufrir terriblemente el calvario de las lecciones. He sido testigo de algunos de esos momentos. Aquellos que se encuentran a su mismo nivel de entendimiento reciben una formación de lo más inspirada. 

Espero no dar la impresión de ser tan seguidora y entusiasta del trabajo que hice con mi venerado maestro, que excluya a otros grandes docentes y escuelas del piano. Creo que la estrechez de miras es uno de los rasgos de personalidad más desagradables y me daría miedo que se me viera así. Hay tantas cosas buenas en los demás, su forma de pensar, sus ideas… Para mí todo lo que es grande y bonito en el mundo del arte parece que esté íntimamente relacionado.”

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LA MEMORIZACIÓN

¿Cómo memorizo una obra? Primero la toco unas cuantas veces para que me resulte familiar. Seguidamente la analizo y estudio, seleccionando frases o ideas de uno o dos compases cada vez. Nunca toco cada mano por separado, a no ser que se trate de un pasaje muy complejo. A veces es más fácil aprender las dos manos al mismo tiempo. Es muy buena idea estudiar la línea melódica, construir cada frase, trabajarla hasta que te sientes cómodo con ella. Después vienen las partes más extensas, los grandes clímax, que deben pensarse bien y prepararse con antelación. Una obra debería estar perfectamente interiorizada, de manera que fuera posible tocarla en cualquier momento si las manos están en perfectas condiciones. Si se ha dejado de lado por mucho tiempo, un par de días de estudio deberían ser suficientes para recordarla. 

El tema de crear un repertorio es a menudo ignorado o no se comprende. El repertorio debería ser extenso y variado. Un alumno que intenta hacer de la música su profesión debería conocer la literatura para piano, no solo las composiciones menos importantes de los grandes compositores (como sucede a menudo), sino también sus grandes obras. Si una persona tiene conocimientos sólidos sobre la música clásica desde una edad temprana, le beneficiará posteriormente.

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FUERZA Y VELOCIDAD

Para ganar fuerza son muy útiles los acordes amplios: los de cinco notas que deben tocarse con todos los dedos son los más interesantes. 

El principio de velocidad consiste en eliminar todo movimiento innecesario, levantando los dedos lo menos posible. En las etapas iniciales del estudio del piano y siempre que trabajemos lento buscando precisión y claridad, los dedos deben levantarse. Leschetizky cree en la acción de los dedos y considera que es absolutamente necesaria para el desarrollo de los mismos. 

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Durante los últimos tres años he estado ofreciendo conciertos y estudiando sola. Esto no quiere decir que haya aprendido todo lo que los maestros pueden enseñarme, sino que he llegado a un momento vital en el que siento que tengo que trabajar por mi cuenta, descubriendo lo que hay en mi interior. Ningún maestro nos puede enseñar eso. Se trata de una búsqueda individual.

Es probable que la próxima temporada toque mucho con orquesta. Hay un concierto de Rimsky Korsakov que es bastante corto, de un solo movimiento. Es fascinante y magnífico, y creo que todavía no se ha tocado en América. También hay una nueva obra para piano y orquesta del compositor Stavenhagen, que es una novedad. Disfruto enormemente tocando con orquesta aunque también daré varios recitales de piano solo.”

La señora Spencer ha tocado con las mejores orquestas de Inglaterra y del continente, y en todas partes ha recibido elogios por su sonido puro, su toque flexible y su temperamento artístico. Es evidente que va a tener mucho éxito y que hará grandes amistades en América.  


BIBLIOGRAFÍA:

Brower, H. (1915). Piano Mastery. Talks with master pianists and teachers. New York: Frederick A. Stokes Company.

Traducción: Francisco José Balsera Gómez


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