Reflexión sobre nutrición en la enfermedad

En el cuarto bloque del curso "Alimentación y nutrición para una vida saludable", hemos visto un tema de vital importancia: las enfermedades relacionadas con la alimentación, desde el sobrepeso y la obesidad hasta las alergias e intolerancias alimentarias más comunes, este bloque muestra cómo la comida afecta nuestra salud de diversas maneras.

Jarra y vaso de leche
Fuente: Pixabay

Uno de los aspectos más destacados ha sido el enfoque en la prevención y manejo de las alergias e intolerancias alimentarias. En el curso hemos desarrollado una actividad que insistía en la importancia de leer detenidamente las etiquetas de los alimentos para evitar la ingestión de ingredientes que podrían desencadenar reacciones adversas en aquellos que son alérgicos o intolerantes a ciertos alimentos. 

En los centros educativos es necesario hacer una buena planificación que garantice la seguridad de los niños con alergias alimentarias. Desde mantener registros actualizados de los niños alérgicos hasta capacitar al personal escolar en la administración de medicamentos de emergencia, todas estas medidas son fundamentales para crear un entorno escolar seguro e inclusivo.

Además, también hemos desmontamos algunos mitos y falacias comunes relacionadas con la alimentación, como el concepto erróneo de que beber el zumo de naranja rápidamente preserva mejor sus nutrientes. Esta reflexión nos recordó la importancia de basar nuestras decisiones alimentarias en evidencia científica sólida, en lugar de creencias populares o consejos sin fundamento.

Como educadores, tenemos la responsabilidad de impartir no solo conocimientos académicos, sino también habilidades para la vida. Algunas ideas para aplicar el contenido de este bloque 4 en el aula podrían ser:

  • Organizar sesiones formativas dirigidas a la comunidad educativa sobre diferentes alergias e intolerancias alimentarias, cómo identificarlas y qué medidas de seguridad se deben tomar.
  • Se pueden proponer casos prácticos donde los estudiantes asuman roles de personas con intolerancias alimentarias y trabajar de forma colaborativa para planificar comidas seguras y evitar la contaminación cruzada.
  • También podemos organizar debates en clase donde los estudiantes investiguen y discutan mitos comunes sobre la alimentación, y presenten evidencia científica para refutar o respaldar estas afirmaciones.


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